Hace un tiempo me encontré con un artículo sobre otro niño puesto en una “baby box” en República Checa.
Cuenta la historia que van 210 niños dejados en esas cajas desde su instalación en ese país en 2005. Generalmente, las cajas están ubicadas en paredes exteriores de estaciones de policía, bomberos, iglesias y hospitales.
Supe de las baby boxes hace poco y me interesó mucho porque la cantidad de niños abandonados peligrosamente en Colombia es muy alta e imaginé la utilidad de un recurso como este en las zonas con mayor número de abandonos. Las cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familia ICBF dan cuenta de 3254 niños abandonados en 2017 en basureros, calles, cajas de cartón o cualquier otro lugar, y aunque no tengo cifras más recientes, no dudo que las cosas no han mejorado.
Mi interés en el tema se debe a que creo que algo así podría salvar vidas y procurar familia a los bebés rescatados. Es decir, las baby boxes protegen a los bebés y a las madres que no están interesadas en enfrentar el juicio del abandono.
Me atrevo a razonar que los motivos para dejar a un chiquito en una caja de estas son muchos y muy personales, comenzando por la desesperación de no poder cuidar de un bebé como lo necesita. Seguramente la edad, la falta de recursos económicos, sociales y emocionales hacen que esas mujeres que se hacen madres sin planearlo a largo plazo, dejen a sus pequeños en circunstancias tan difíciles como las que cuentan los medios de comunicación.
Sin duda, el futuro de los niños dejados en las baby boxes va a tener un mejor desenlace que el de los bebes dejados en basureros, cajas de cartón o potreros. Y eso se debe a que al dejar a un bebé en estas cajas se renuncia a los derechos parentales y se da el consentimiento de dar al bebé en adopción. Todo eso sucede a la entrega del bebé en la baby box.
Hasta ahí la cosa parece muy positiva, un esquema en el que gana el bebé, la madre biológica y gana el Estado que evitará una muerte infantil y se hará cargo de esa criatura hasta que le sean restablecidos sus derechos a través de la adopción.
Pero esto es más complejo de lo que parece y las baby boxes tienen oposición institucional.
Del otro lado de la mesa y en contra de la baby box, está la Organización de las Naciones Unidas ONU que considera a las baby boxes como una posibilidad “impensable” argumentando que éstas son una solución ex post que no combate los problemas estructurales de los nacimientos no deseados. Según la ONU las baby boxes dejan de lado la ejecución de políticas que propendan por la planificación familiar para evitar los embarazos adolescentes o no planeados, el apoyo y acompañamiento en caso de embarazos no planeados, los embarazos de alto riesgo, entre otras.
Por esto, la ONU está pidiendo a los gobiernos de los estados que tienen baby boxes, que las eliminen y que se pongan a trabajar en la política pública que forme a las generaciones, en especial a las más jóvenes, para evitar embarazos no deseados, fortalecer la planificación y la conciencia sobre el compromiso de largo plazo que son los hijos.
Entiendo a la ONU pero me parece que las cajas salvan vidas y dan familias a niños. Las baby boxes me gustan !