Una vez finalizado todo el proceso de entrevistas, entrega de documentos, sesiones de trabajo social, visita domiciliaria y todo lo demás, el Comité de Adopciones da el apto a los aspirantes quienes son informados en una carta en la que más o menos dice lo siguiente:
“Queridos Andrés y María Isabel, queremos contarles que surtidos todos los trámites y procedimientos dispuestos en la Ley hemos encontrado que ustedes son APTOS para continuar el proceso de adopción.”
A partir de ese momento comienza la espera que puede ser corta o no tanto. Lo importante es que ya hiciste todo lo que debías hacer y ahora solo te queda esperar. Sin duda es difícil, porque nada quieres más en ese momento que tener a tu hijo entre tus brazos, y no tienes idea cuando será ese día. Entonces, qué hacer ?
Irte de compras en ese momento no es buena idea porque, no conoces la edad exacta de tu hijo, puede que desconozcas su género, y de ahí en adelante todo lo que te preguntes, es un interrogante. Así que la única opción es ESPERAR.
Pero, esperar … días, meses, años. Nadie lo sabe.
Los casos de adopción doméstica toman entre 9 meses y 1 año y medio pero puede ser más (o menos). Las adopciones internacionales tienen esperas de 5 años. Hace poco una amiga que trabaja en Bélgica en adopciones internacionales me contó que tiene familias que llevan esperando 10 años, aunque también me contó que algunas mujeres han recibido hijos con necesidades especiales (niños mayores de 8 años y 11 meses, grupos de hermanos, niños con capacidades especiales o que parecen enfermedades crónicas) en pocos meses, así que todo depende.
El mejor consejo es que aproveches el tiempo para hacer las cosas que te gustan, descansar, dormir, ir a cine, cosas que probablemente vas a dejar de hacer con la misma frecuencia cuando tengas a tu hijo. Eso de que la vida cambia mucho con hijos es muy cierto y nadie entiende lo que eso realmente significa hasta cuando lo vive.
Mi espera
Mi espera fue envidiablemente corta. Pensaba que tomaría más o menos el tiempo de un embarazo y así fue en mi caso. Nosotros comenzamos el proceso de adopción en julio de 2008, en ese momento hicimos una reunión preliminar y comenzamos a hacer el resto de entrevistas, las pruebas de psicología, entrega de documentos como aptos médicos, antecedentes judiciales y disciplinarios, cartas de recomendación. Después vinieron las jornadas de trabajo social con la visita domiciliaria y el estudio de nuestro caso por el Comité de Adopciones.
Todo eso toma su tiempo, y recuerdo que para abril de 2009 estabamos finalizando talleres de preparación. Casi al tiempo de nuestro último taller, llegó nuestra primera hija, la recibimos cuando tenía 7 meses y medio de edad.
La espera para la llegada de nuestro segundo hijo fue aún más corta pues parte del trámite ya se había hecho con el primer proceso. Nuestra segunda adopción requería repetir algunas cosas pero sin duda era un proceso menos estresante y más sosegado. Ya había documentos que no se necesitaban, los talleres ya no aplicaban y entre una y otra cosa ese proceso tomó solo 6 meses. Lo comenzamos en mayo de 2010 y nuestro hijo menor llegó en diciembre de 2010 cuando tenía 2 meses y medio.
No me quiero adelantar a mi próxima historia que es la llegada de los hijos, pero si les digo que cualquier espera vale la pena. Cuando tu hijo llega, llena tu vida, tu mundo cambia tanto y se hace tan especial que todo el tiempo que esperaste, poco o mucho, simplemente no importa. Ya está contigo y desde ese día y para siempre será tuyo, tu hijo, y tú, serás su mamá o papá. No hay mayor dicha.