Era una tarde tranquila en la estación de bomberos de Seymour, Indiana; los bomberos estaban listos para lo que pasara, mientras afuera, en la pared de la misma estación, una mujer sostenía a un bebé por última vez. La alarma se disparó segundos después de que ella se alejara.
Los bomberos están entrenados para esto, pero la realidad los sobrepasa. La alarma significa que alguien tomó la difícil decisión de entregar un bebé, pero lo hizo en una Safe Haven Baby Box, que le ofrece la oportunidad estar en el anonimato, mientras el bebé está seguro.
Cuando los bomberos abrieron la puerta de la Baby Box, encontraron a una niña de una hora de vida cubierta en una cobija empapada que rápidamente fue remplazada por una toalla tibia recién salida de la secadora.
Muy pronto, el teléfono de Monica Kelsey comenzó a sonar, y a la mañana siguiente, ella misma, la fundadora del proyecto Safe Haven Baby Box, dijo a los medios que aplaudía la valentía de esa mujer, pues sabía que eso era lo mejor para ella y la bebé. “Con frecuencia oímos historias de bebes dejados en las canecas o basureros” dijo Monica, “Esta madre amaba tanto a su hijo, que lo dejó en un lugar seguro y legítimo, en una Safe Haven Baby Box.”
Monica tiene 47 años, fue abandonada al nacer y ahora está dedicada a salvar la vida de bebés abandonados. Fue bombero, médico, mamá de 3. Ella sabía que quien viera la noticia pensaría, como puede una mamá dejar a su hijo e irse. Toda su vida se ha preguntado lo mismo, porque el día que nació su propia madre se alejó dejándola en el hospital. Las décadas después de eso, especialmente los últimos años, le han ayudado a comprender la situación, ha podido hablar con muchas madres incluyendo la suya y lejos de juzgarlas, las ayuda.
Volviendo a la Baby Box, Monica estaba muy contenta de saber que sus boxes funcionan. Antes de instalarlas, Indiana tenía dos casos de niños abandonados al año, y en los Estados Unidos no existían este tipo de cajas. Ahora, solo en Indiana hay 25 y éste fue el quinto bebé dejado legal y sanamente, en un lugar seguro. Con el actual sistema, después de dejar al bebé, éste pasa un mes en hogar de acogida y posteriormente es ubicado en un hogar permanente.
Desde diciembre, se han puesto 3 bebes en las Baby Box y hay 45 cajas ubicadas en diferentes estados a lo largo de los Estados Unidos.
Monica estaba contenta de saber que esa mujer sabía que había dejado al bebé en un lugar seguro y que no sería perseguida por eso. En 1973, La madre biológica de Monica no tuvo la misma oportunidad. Dos horas después de nacer, Sandy subió a la cama del hospital y desapareció.
Sandy, la madre biológica de Monica, tenía 17 años y estaba sola. Su familia la sacó del colegio y la escondió, su barriga había sido su gran secreto. Cuando dejó a Monica en el hospital, enfrentó cargos por abandono, aunque la policía decidió no enjuiciarla. Monica no conoce todos los detalles, y Sandy ya no está para preguntarle.
En 1973, la ley no daba protección a quien no pudiera cuidar de sus hijos. La primera ley de Texas que permitió entregar anónimamente niños sin que eso implicara un delito, se expidió en 1999.
Monica creció con una familia amorosa que la adoptó, pero siempre quiso verse en la cara de alguien y encontrar algo familiar. Tenía 37 años cuando comenzó la búsqueda de su madre biológica, ella hizo algunas indagaciones y consiguió un teléfono. La mujer respondió, y Monica le preguntó directamente “Te suena el 19 de abril de 1973 ?”. La respuesta de Sandy fue, “He estado esperando esta llamada”.
Ese mismo día, Monica manejó 3 horas para conocer a Sandy. No encontró el parecido físico que buscaba, pero por los siguientes 3 años se vieron una vez a la semana. Comieron juntas, se llamaron amigas y se contaron la historia de sus vidas. Sandy murió en 2013 y a pesar de todo lo que lograron vivir juntas, Monica dice sentirse triste por no haber tenido más tiempo con ella, pues todavía tenía mucho para contarle.
Para lo que sí tuvo tiempo con Sandy, fue para hacerle las preguntas más difíciles. Así se enteró que fue concebida en una violación, por lo que enfrentó una fuerte depresión. Frecuentemente se preguntaba cómo podía ser el producto de algo tan violento; no sabía que hubiera sido tan poco deseada.
Con el tiempo, Monica aprendió a aceptar lo que les había pasado a las dos y consiguió salir de ese momento oscuro siendo capaz de tener un nuevo comienzo. Monica ha encontrado un propósito, “La forma como veo mi vida, me hace querer educar a las personas. Quiero que la gente sepa que mi vida vale mucho, aunque haya tenido un comienzo difícil.”
En 2013, Monica viajó a Sudáfrica y vio algunas cajas para bebés en las iglesias. Ésta es una adaptación moderna de una solución antigua. Desde que Moisés fue puesto en la canasta en el Nilo, las madres han buscado la forma de protegerlos cuando no pueden cuidarlos. Las baby box o baby safe se remontan a 1198 cuando se instalaban elementos similares en edificios e iglesias de Italia para evitar que las mujeres dejaran a sus bebés en el Tíbet.
Durante su vuelo a casa, Monica dibujo su plan. Su modelo contaba con cajas con seguridad, alarmas, control de temperatura y llevaban impreso un número telefónico para comunicarse con Safe Haven Box Org en caso que quisieran hablar con alguien sobre su decisión. Sabía que serían costosas, difíciles de hacer y posiblemente, un tema controversial.
Monica ha promovido la Ley Safe Haven, pero sigue oyendo de casos de niños dejados en andenes y basureros. Aunque la ley protege a las mujeres, no hay anonimato y algunas sienten mucho temor de ir a un hospital donde hay cámaras de seguridad y preguntas. Esas madres, no debían tener que mirar a nadie a los ojos para justificar la decisión más difícil que tomarán en sus vidas, piensa Monica.
Mientras trabajaba en su plan y recaudaba dinero para el proyecto, una bebé fue hallada muerta en una silla de parque en Indianapolis en 2014, y un bebé quemado por el sol fue encontrado vivo en el patio trasero de una casa en 2016.
Su lucha por instalar las cajas comenzó en su ciudad, donde su esposo es alcalde. No existían normas que establecieran que no se pudiera hacer, tampoco que se pudiera. Después de instalar la primera caja en una estación de bomberos en 2016 recibió críticas por el peligro que los bebés podían correr estando en las cajas, finalmente todo se resolvió a favor de las safe boxes.
En 2017 se instaló una caja en una estación de bomberos y al año siguiente, un bebé fue encontrado en ella por el bombero Chuck Kohler. “Yo sabía que hacer, y haría todo lo necesario para que ese bebé estuviera bien.” Kohler tiene 4 hijos y ha sido padre de acogida. Se ha visto con el bebé encontrado en la caja, y dice que no confiaría en las cajas de no ser porque vio que funcionan bien. Sobre el proyecto mencionó, “Estas decisiones son pensadas y difíciles. Esas mujeres tienen la oportunidad de llamar a alguien. Se ayuda al bebé y a la madre.”
Cuando las mujeres llaman, encuentran a una de las consejeras o a la misma Monica, ellas están listas para brindar ayuda y orientación. En una de esas llamadas, una mujer compartió su historia diciendo, “Se merece el mundo y mucho más (hablando del bebé), Yo habría podido ir a un hospital, la policía o una estación de bomberos pero ser 100% anónima era mi única opción. Siempre hay preguntas que contestar y eso nos podría poner en riesgo a la bebé y a mí. Después de leer la historia de Monica y de su madre biológica, tuve las fuerzas para tomar la decisión más difícil de mi vida. Deje a Mila en una caja con una carta de dos páginas que espero lea algún día.” Le dijo que la amaba, se despidió y la puso en la caja. La bebé hoy esta con una familia permanente.
Los bebés que se han dejando en las Baby Box de Indiana tienen entre 2 y 4 años. Uno de ellos, está con sus padres adoptantes, ha viajado y conocido muchos sitios. Su mamá siempre se acuerda de esa valiente mujer que dejo a su bebe en una caja, la piensa y reza por ella.
En una ocasión, Monica recibió la llamada de una mujer embarazada a quien trató de ayudar con dinero, comida y tiempo. Finalmente, no funcionó y tuvo que entregar al bebé. Esas mujeres llevan a los bebés a hospitales, iglesias o los dejan en cajas en las paredes de estaciones de bomberos, Monica no las juzga, y dice, nadie sabe cómo va a lidiar con su realidad hasta que llega el momento.
Los detractores del proyecto consideran que las cajas hacen muy fácil abandonar a un bebé, pero Monica lo justifica como el último recurso.