Sara Cozard y Stuart Shank son padres de acogida que aman a sus hijos Michael y Dayshawn, así como a los 14 niños que han tenido con ellos.
Los niños en el sistema de protección pasan por muchas cosas. Y es maravilloso cuando una pareja con tanto corazón y decisión, adopta, cambiando así la vida de niños y jóvenes.
De acuerdo con Love What Matters, Sarah conoció a Stuart cuando ella tenía 19. Comenzando su relación, él le preguntó si quería tener hijos. Ella le contestó que si llegara a tener hijos serían de acogida. Ella no estaba pensando en la adopción para entonces, pero al parecer, faltaba que apareciera el niño correcto.
Años después se casaron y pasada la luna de miel comenzaron su entrenamiento como familia de acogida. Inicialmente querían atender casos de emergencia y corto plazo para bebés y niños pequeños, pero su plan cambió.
A los 23 años de Sara, recibieron la licencia de familia de acogida e inmediatamente se enlistaron para recibir niños. Comenzaron por tener niños por semanas y fue así como llegó un niño de tres años por un fin de semana, que se volvió una semana, esa semana se convirtió en meses, los meses en años, y es así es como llegó su hijo Michael.
Poco después, conocieron a Dayshawn, el hermano mayor de Michael, de 14 años. Llevaban pocos meses con Michael y acordaron que se reuniría con su hermano mayor de forma supervisada. Sara le contó a Love What Matters, “Tan pronto Michael vio a su hermano al otro lado del parque corrió con todas sus fuerzas y salto a sus brazos. En ese momento, Stuart y yo nos miramos y entendimos que Dayshawn y Michael necesitaban estar juntos.”
La pareja lo dudo al principio, pero tan pronto conocieron a Dayshawn todos sus temores se fueron.
El proceso de reunión de niños y el de adopción tomaron años. Se hizo la reunificación de hermanos y después la adopción. Fue una montaña rusa emocional para los niños y la pareja. “Todo esto me hizo comprender que necesito sentarme y disfrutar cada minuto con los niños porque de verdad no puedo controlar el futuro.”, dijo Sara.
Y sobre Dayshawn añadió, “Ser su mamá es tan natural. El no parece notar que yo soy muy joven o eso no le importa. Para él, simplemente soy su mamá. Estaba tan emocionado el día de la adopción, mi parte favorita fue cuando él (refiriéndose a Dayshawn) le contó al juez porque quería ser adoptado (muchas lágrimas).”
Ahora, Sara y Stuart están en el proceso de convertirse en cuidadores de madres adolescentes, adolescentes en casos de tráfico de personas, y jóvenes LGBTQIA.
La familia sigue siendo hogar de acogida, “Ser familia de acogida me ha dado el regalo de la paciencia y ha hecho más llevaderos los retos que la vida nos presentan.”